Persons Unkown fue una serie de televisión emitida durante el verano de 2010 por la cadena NBC.
Creada por Christopher McQuarrie, que venía de otras series como Sospechosos Habituales, fue producida a medias entre Televisa y FOX. Las malas críticas y unas audiencias paupérrimas y menguantes llevaron a la NBC a cancelarla después de la emisión de la primera temporada, de apenas 13 episodios.

La serie partía de una premisa bastante atractiva: un grupo de personas desconocidas entre sí despierta en un hotel. Ninguno sabe cómo ha acabado allí. Hay un montón de cámaras que los vigilan y no pueden abandonar el pueblo donde está situado el hotel. Los únicos habitantes del pueblo, a parte de ellos, son un intrigante recepcionista de hotel y los trabajadores de un restaurante chino. Así, con un reparto coral al estilo de Perdidos, arrancaba la serie.
Lo del reparto coral no era el único parecido con la serie de Abrams y Lindelof, también partían de una premisa tan misteriosa como atractiva. Lo de un grupo de desconocidos obligados a superar una serie de pruebas también lo hemos visto en el cine, en concreto en la película (¿de culto?) Cube. O en series más recientes, como Wayward Pines. También nos suena lo de una todopoderosa organización sometiendo a pruebas y experimentos a personas inocentes. Pero comparte también los mismos problemas: si el punto de partida es sugerente y atractivo, no sucede lo mismo con la resolución del misterio o misterios planteados al inicio. Una vez revelado el misterio, la trama pierde interés.

Según avanza la trama, conocemos el pasado de cada personaje mientras se suceden varios giros argumentales decisivos para comprender qué está pasando. Aunque con un final abierto (enorme el cliffhanger final) que prometía resolver alguno de los misterios pendientes, el visionado de su única temporada te deja bastante satisfecho. Sin llegar a ser ninguna maravilla, la serie cumple con lo que promete, que es entretener, y los 13 episodios de los que consta se hacen cortos y amenos.