2001: Una odisea espacial es la obra más conocida de Arthur C. Clarke. Escrita en paralelo al desarrollo de la película de Stanley Kubrick, ambas, película y libro, están basadas en la idea original de El centinela, un relato del propio Clarke. Publicada en el año 1968 Clarke acabaría creando una tetralogía con la publicación de otros tres libros a partir de la década de los ochenta. Aunque alguna es entretenida, ninguna de las secuelas está a la altura de la primera novela.

Dividida en seis partes, 2001: Una odisea espacial es una novela breve pero cuya narración abarca un gran periodo de tiempo. Empieza situando la acción hace tres millones años, donde una tribu de homínidos está condenada a la extinción hasta que aparece un misterioso monolito. Este monolito les confiere una inteligencia y una capacidad para el pensamiento abstracto que los hará sobrevivir y evolucionar hasta el ser humano actual. ¿Qué es el monolito? La siguientes cinco partes tratan sobre el descubrimiento de uno de estos monolitos en la Luna, el cual emite una señal hacia uno de lo satélites de Saturno, y sobre la expedición espacial que es enviada allí a explorar.

Clarke tiene un tema recurrente que casi siempre trata en su obra: el primer contacto con otra inteligencia, siempre superior a la humana. Una de su frases más famosas, «cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia», ayuda a caracterizar a esta inteligencia extraterrestre, fácilmente confundible con dios. El que esté más allá de nuestra comprensión nos sitúa en un plano de inferioridad, pero también con el positivismo de lo que nos queda por aprender, y eso sólo puede lo podemos lograr a través de la ciencia.

Otro tema, no tan tratado por Clarke en su obra pero sí manido en la ciencia ficción, es la rebelión de las máquinas, en este caso la inteligencia artificial HAL 9000. Incapaz de resolver una contradicción entre varias órdenes, acaba desarrollando una psicopatía y volviéndose loco.

Escrita antes de que el ser humano pisara la Luna por primera vez, 2001: Una odisea espacial está imbuída de positivismo y de una confianza en el ser humano  y la ciencia.